jueves, 4 de junio de 2009

Rosa Amor

Había disfrutado mucho del sexo hasta entonces. Pero por fin un día me decidí a conocerla.

La primera vez que la ví pude darme cuenta de que todo lo que cuentan de ella es cierto: guapa, simpática, elegante y viciosa. Muy viciosa. Bueno, esto último un poquito más tarde.

Ya en la habitación tuvo que decirme que nos quitáramos la ropa. Supongo que si no, se la arrugaría porque en mi mente sólo había un pensamiento: comérmela de arriba a abajo.
Una vez en la cama pude disfrutar de su maravilloso cuerpo. De esos pechos generosos, de ese culo que me vuelve loco, de su francés inigualable. Después, llegaron las dudas.

¿Me pongo el preservativo o no? Afortunadamente no me lo puse.
Muchos podréis pensar que es una locura. Durante toda la semana lo estuve pensando fríamente pero aunque el riesgo era muy grande, finalmente el sexo natural se impuso.
Y ahí fue cuando descubrí el sexo en todo su esplendor.

Desde entonces, quedo con ella varias veces al año. Los dos solos, con MaríaG o en algún bukkake.
Pero eso es otra historia que algún día os contaré.

No hay comentarios: