Cualquier cosa que pensé antes de quedar con ella, lo hice realidad. Y algunas cosas más.
Una cara agradable, un muy buen cuerpo y unas ganas de sexo que no se le van nunca.
Besar, te devora. Beso negro, le encanta igual que a mí. Y el griego, mejor ni hablamos.
En todas las posiciones, hasta las que no debería ya realizar, disfruté con ella.
Y sí. Es cierto. Todo lo que contaban de ella. Te deja perdido con sus corridas. Pero es que encima eso me pone a mil y además sube mi ego hasta los límites más insospechados.
Jamás lo había visto antes y no sé si lo veré de nuevo.
En otra chica. Porque fue la primera vez pero espero que no sea la última.
Como dice ella, bien abierta y dispuesta a todo.