Vale que parece que intimida cuando no la conoces.
Pero es por su hermosura. Y por sus maravillosas curvas.
Simpática, no. Encantadora.
No besa. Te devora. Yo, lógicamente, encantado.
Grandes y hermosos pechos. Para estar todo el día devorándolos.
Igual que su cuerpo.
Y un precioso culo hecho para pecar.
Con ella disfrutas de todas las maneras y en todos los sentidos.
La lotería me tocó cuando la conocí.
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